A Refugio Pinedo, nuestro padre:
Hoy queremos hacer un homenaje en vida a nuestro padre, Refugio Pinedo, una persona excepcional y el alma de ONRA. Su dedicación, pasión y talento con el metal no solo dieron vida a una marca de piezas artesanales, sino que también nos ha dejado un legado invaluable, uno que llevaremos con nosotros por siempre.
Él no solo ha sido un maestro artesano, también es un hombre de principios sólidos y un corazón generoso. Su habilidad para transformar materiales simples en obras de arte es una extensión de su capacidad para llenar de amor y cuidado cada aspecto de su vida, especialmente el de su familia. Para Don Refugio, la creación artesanal no es simplemente un trabajo, es una forma de vida, una tradición que se nos ha transmitido con amor.
Como padre, ha inculcado valores fundamentales de honestidad, trabajo duro y pasión en todo lo que hace. Su taller ha sido nuestro segundo hogar, un lugar donde aprendimos los secretos del oficio metalista, pero también el valor del esfuerzo y la satisfacción de crear algo con nuestras propias manos. Su presencia constante, su sabiduría y su paciencia son faros que nos guían en cada paso del camino.
En este Día del Padre, queremos compartir con ustedes lo agradecidos que estamos por todo lo que nos ha enseñado. Su ejemplo nos inspira a seguir creando, amando y viviendo con la misma intensidad y dedicación con la que él lo hace.
Por eso, en cada pieza que lleva el sello de ONRA va un cachito del amor de Don Refugio, nuestro padre, y otro cachito del amor de nosotros, sus hijos.
Con cariño
Miguel, Marco, Moisés e Isela